sábado, 19 de febrero de 2011

ENTREVISTA A PACO CRIADO


Hoy tremos a nuestra sección de entrevistas a Paco Criado, Salesiano Cooperador de la ultima "hornada" de Promesas, veterano pero de joven corazón. La foto que ilustra la entrevista es de su actuación como "barquillero" en una zarzuela, porque Paco, además de buen cristiano y honrado ciudadano es un artista. ¡Muchas gracias!


Hablamos un poco de ti… ¿desde cúando eres Salesiano Cooperador? ¿ cómo viviste el día de tu promesa?
Fue el día 24 de Enero de 2010, era el día de San Francisco de Sales, hicimos la promesa 5 aspirantes, entre ellos mi mujer. Fue en Granada en la Iglesia de María Auxiliadora. Pues parecido al día de mi boda, porque entonces estaba: contento pero nervioso, en una Iglesia, mi mujer y yo, había familiares y amigos que habían venido a acompañarnos porque los habíamos invitado, y después hubo un convite. La diferencia está, en que ahora, han pasado ya 39 años, y que entre los invitados se encontraba un niño con un año llamado Marco: mi nieto. Otra diferencia notable fue que la Eucaristía estuvo muy bien preparada, animada por los Salesianos Cooperadores de nuestro Centro, y también vinieron Salesianos Cooperadores de otros Centros de Andalucía, con mención especial para Jesús Ignacio (q.e.p.d.) delante del cual firmamos un documento para poder recibir posteriormente el certificado oficial. Y que en el momento de leer la promesa delante de Dios y ante la asamblea me temblaba la voz y sentía “cosquillas” en el estómago. Fue muy emocionante y más espiritual.


¿Qué es lo que más valoras de tu vocación de Salesiano Cooperador?
Pues lo que más valoro es el sentido de pertenencia y la formación recibida. La pertenecía que supone una elección libre, gradual, motivada madurada bajo la acción del Espíritu Santo y acompañada por los formadores. La formación importantísima, porque si al principio decía yo que el día de la promesa me recordaba al día de mi boda, no es así en cuanto a la formación. Para casarme tuvimos que asistir a un cursillo durante tres fines de semana de dos horas de duración, y para ser Salesiano Cooperador, el periodo de formación ha durado cuatro años con sesiones semanales, leyendo y reflexionando, sobre todos los temas contenidos en las distintas carpetas que nos entregaban nuestros formadores, y que había que repasar durante la semana, sobre todo, las preguntas que había para la reflexión. He de decir también que en los últimos meses de preparación empezaron a asaltarme dudas a cerca de la decisión que iba a tomar. Sobre todo cuando empezamos a ver el sentido y significado de la promesa:
-Asumir la pertenencia a una familia. La Salesiana.
-Tener un compromiso serio. Cristiano, social, o sea que se acepta un proyecto de vida peculiar.
- Formar parte de una Asociación pública de fieles en la que hay que comprometerse a la corresponsabilidad activa y plena.
Aquí yo dudé y le dije a mi mujer “Mari esto es más difícil que casarse” aunque luego mi mujer me animó y también los formadores. Hoy estoy muy contento.

¿Qué persona o personas son o han sido especialmente significativas para ti en tu vocación? ¿Por qué?
Aquí si que no hay duda: Manolo Moreno y su mujer Carmen Nuño. Porque cuando me llamó Manolo, hace ya más de 5 años, me dijo: “Paco, quiero hablar contigo, el martes en mi casa, a las 7 de la tarde, y que venga también tu mujer”. ¿Y para qué? Ya te enterarás cuando vengas. Algo “gordo” pasa, le dije a mi mujer, me ha llamado Manolo, quiere que vayamos a su casa y no me ha dicho para que. Manolo es una persona de la que yo me fío, estuvimos juntos, aunque en distintas clases, en el Colegio Salesiano del Triunfo de Granada, “casi ná”. Eso para mí es un valor añadido, es una buena tarjeta de presentación. También hemos trabajado durante más de 30 años en la misma empresa. O sea que nos conocemos un poco… Por supuesto fuimos a casa de Manolo y Carmen, nos contaron lo que querían de nosotros y les dijimos: Sí


¿Qué es lo que más te gusta de nuestro Centro?
En nuestros Estatutos se dice: Que el Centro local, es el núcleo fundamental de la asociación… y que se establece, preferentemente, en una obra de los SDB o de las Hijas de María Auxiliadora. Y según el pensamiento de D. Bosco, la “organización es garantía de eficacia”. Pero dejando a parte estos formalismos, yo digo otra cosa que decía también D. Bosco, aquello de que “con vosotros me encuentro bien aquí” y eso es lo que más me gusta, la gente es amable, aunque luego cada uno, tengamos nuestros problemillas particulares, pero allí en el Centro no se notan. Nos da alegría de vernos, el ambiente es agradable. Es lo que también leí en uno de los temas de la formación “un palabro” que me gustó: “la amorevolezza”. Parece que significa algo así como “afecto demostrado”. Y como no, D. Bosco estaba también detrás de esto. Yo he vivido ese espíritu salesiano en el Colegio del Triunfo, allí había un ambiente tan agradable que los niños estábamos en el colegio más a gusto que en nuestras casas. Nos tenían que echar literalmente por las tardes-noches. Bueno pues este ambiente agradable y familiar es lo que más me gusta de nuestro Centro.


¿En qué crees que tendríamos que mejorar como comunidad?
Como he dicho en la pregunta anterior, el ambiente del Centro me gusta y me encuentro bien allí, y yo creo que a todos nos pasa igual. Por eso a veces no comprendo esa tendencia, o deseo… por querer conocer qué hermanos no han asistido a un determinado evento: llámense asambleas, grupos, momentos de oración, desplazamientos fuera de Granada o para otras reuniones etc… etc… y si esa ausencia se ha justificado o no. Yo quiero creer, que si algún hermano no acude a alguna reunión o actividad que el Centro organiza, es por que no puede. Porque yo personalmente, ya lo he dicho antes, me encuentro bien con vosotros. Yo no pude ir a Ronda por cuestiones familiares, pero vista la insistencia, y los correos que llegaban informando al respecto “vamos sólo 3, 5, 7”, a ver si os “animáis”, yo llegué a sentirme mal. Bueno pues ésta es una de las cosas, que desde mi punto de vista habría que mejorar.

Cuéntanos cuál es tu compromiso pastoral en este curso. ¿Cómo lo estás desarrollando? ¿Cómo te sientes? ¿Cómo marcha?
Bueno pues, el compromiso va a ser el de asistir, siempre que pueda, a todos las actividades que el Centro organice. A colaborar en mi parroquia, en lo que haga falta y yo pueda hacerlo, ya me he presentado al nuevo al párroco y me he ofrecido para ello. Pero sobre todo a apoyar a nuestra hija y a nuestro nieto con todo el amor, el cariño y la entrega que podamos darle, mientras dure la crisis por la que está pasando.

A tu entender ¿cuáles son las principales necesidades de los jóvenes de nuestra ciudad y como podríamos darle respuesta desde nuestro Centro?
Bueno yo observo a una parte de nuestra juventud, perdida, desorientada, muy adormecida, un porcentaje muy alto no tiene trabajo. Y los que aún no están en edad de trabajar tienen el panorama muy negro, para cuando terminen sus estudios. Pero aún así no se movilizan, no se ven universitarios saliendo a la calle a protestar. No sé, es una cosa muy rara lo que está pasando con la juventud. Sin embargo los que tienen una formación cristiana, aunque tengan el mismo problema laboral, al menos tienen un proyecto de vida y actividades de voluntariado que desarrollan en muchos de los centros religiosos que hay en Granada. A este respecto nuestro Centro Juvenil, con las actividades de todo tipo que tienen programadas, puede por lo menos, ser un referente para ellos y que sepan que hay un lugar en su ciudad o su barrio, donde se preocupan por ellos y se sienta importantes, donde pueden reunirse y hablar de sus cosas, con un sentido de pertenencia y eso ayuda. Chapó por los Salesianos Cooperadores jóvenes que están ahí trabajando, aunque los más lo mayores no se como podríamos colaborar. Si el Centro me pide algo que yo pueda hacer, pues lo haría.

Y por último, cuéntanos alguna anécdota divertida que te haya ocurrido.

Pues fue en Antequera hace tres años, nos desplazamos allí para una convivencia, de un fin de semana. Recuerdo que hacía mucho frío. Llegamos un viernes por la tarde y como siempre saludos de rigor, repartir las llaves de las habitaciones, una breve presentación, acogida y a cenar. Pero ocurrió que después de la cena Pepe Morente se sintió indispuesto y hubo que llegarse al hospital de Antequera. Lo acompañamos su mujer y yo y un salesiano joven, Javi, que estaba allí con otro grupo. Eran ya más de las diez de la noche. Gracias a Dios todo quedó en un susto, pero regresamos sobre las tres de la madrugada. Subí sin hacer ruido y entré en mi habitación, estaba cansado y me fui directamente a la cama. La habitación estaba muy fría, puse el aparato de aire, pero salía frío, me puse un chándal y un forro polar, pero al descubrir la cama, sólo tenía las sábanas y la colcha, ¡faltaban las mantas! busqué en el armario y no había ninguna me llegué hasta las habitaciones que hay al final del pasillo pero la puerta intermedia estaba cerrada. ¡Solución! Llamo a la habitación de al lado que estaba mi mujer, y le digo lo que me pasaba me dice: “acuéstate aquí”, “pero el lado de la pared es el mío”. Como no cabíamos, puse dos sillas la de mi habitación y la de la suya, pegadas a la cama para no caerme, de tal forma que tenía en una, apoyado el brazo o el codo derecho, y en la otra silla el pié. Como estaba tan cansado parece que dormí unos diez minutos. Porque en cuanto me moví me desperté y ya no pude pegar ojo en lo que quedaba de noche. Y además escuchando la respiración “profunda” de mi mujer. Estuve despierto hasta que a las 6 de la mañana me duché, y me puse a leer la Biblia. Yo os tenía que contar una anécdota graciosa. Pero esto para mí no tuvo ninguna gracia. Sí la tuvo para los que por la mañana, en el comedor, compartieron el desayuno con nosotros, que cuando lo contamos se meaban de la risa

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