Hoy traemos a nuestra sección de entrevistas a Andrés Galán Castilla, veterano y "patriarca" en activo de nuestro Centro, modelo en tantas cosas que es imposible resumirlas en unas pocas frases. Muchas gracias por tu fidelidad y testimonio (la foto es de un concurso solidario de postres que celebramos hace ya unos pocos años, y aparece con su querida e inseparable esposa, Dionela Díaz, también Salesiana Cooperadora).
Háblanos un poco de ti... ¿desde cuándo eres Salesiano Cooperador? ¿cómo viviste el día de tu Promesa? Conocí a los Salesianos un 7 de enero del 1957 en Córdoba, había terminado el Bachillerato Superior, y me ofrecieron un puesto de trabajo, como maestro, y allí me presenté, estuve dando clase y estudiando Magisterio hasta que saqué las Oposiciones del 1.961, varios años estuve como provisional hasta que me mandaron como Maestro definitivo a tierras burgalesas. Allí estuve durante varios años, conocí a Dionela en Salamanca y nos casamos, nacieron nuestra dos hijas, Marisol y Maite y estando en estado de Andrés, D. Pacífico me ofreció venirnos a Andalucía, ya que los Colegios Salesianos se convirtieron en Patronatos y la dirección podía elegir Maestros estatales y aterrizamos en Granada, empezando a dar clase en el curso 1971-72 en el Triunfo. Durante estos primeros años en Granada conocimos la labor que se estaba haciendo por los Salesianos Cooperadores, pero el ambiente que vimos no nos gustó, ya que veíamos intereses por medio; después llegó D. Marcelino e invitó a un buen número de personas, entre ellas, los tres matrimonios que quedamos de aquella época: Manolo y Carmen, Antonio y Maite y nosotros dos; tuvimos momentos de auténtica formación y de reflexión, tanto es así, que en el tema de las Bienaventuranzas y en el cambio de impresiones con D. Francisco Escribano nos creó tal inquietud que pensamos dejarlo, pero no fue así. La promesa la hicimos con la presencia del Rector Mayor, D. Viganó, el 18 de Marzo del 1.988, en la Iglesia de María Auxiliadora del Zaidín, donde se había trasladado el Colegio. La alegría fue grande y sobre todo que la meta que nos propusimos, la habíamos conseguido, ahora comenzábamos el camino como Salesiano Cooperador, además de esta alegría personal, se acompañaba, que mi mujer, Dionela, también hacía esta promesa y nos acompañaban nuestros tres hijos.
¿Qué es lo que más valoras de tu vocación de salesiano cooperador?. Mi dedicación a los jóvenes del Colegio, ya que estaba implicado en Catequesis, campamentos, reuniones... Después, como responsable de la Fundación D. Bosco, en la escuela del verano y ahora he dejado paso a los jóvenes, para dedicarme a las familias y a los futuros matrimonios; creo que hay que empezar por formar a los matrimonios para que puedan llevar a cabo su labor, como padres, educadores responsables y como cristianos defensores de los valores humanos-cristianos.
¿Qué persona o personas son o han sido especialmente significativas para ti en tu vocación? ¿por qué?. En un primer lugar pongo a dos salesianos. D. José María Izquierdo y D. Ernesto Venerado, ellos fueron los que me transmitieron, en Córdoba, la labor en favor de los niños más necesitados, de allí salí con la idea de poder hacer algo por ellos. Después conocí a otros muchos salesianos, D. Pacífico, D. Manuel Lozano, D. Manuel Rubio..., y por último D. Marcelino, que fue el impulsor de que yo ahora sea Salesiano Cooperador. Todos ellos me dieron testimonio de cómo lleva a cabo el mensaje de D. Bosco y cómo llevarlo a la realidad y sobre todo un amor grande y lleno de confianza a la que ELLA LO HA HECHO TODO.
¿Qué es lo que más te gusta de nuestro Centro?. El pasado, pasado está y el presente que vivimos es difícil valorar, ya que tengo pocas noticias del resto de los Salesianos Cooperadores. Mi opinión particular es que hemos perdido mucho contacto con haber hecho los grupos pequeños y esto me hace difícil valorar lo que más me gusta, pero por dar una contestación, creo que siempre ha habido una armonía grande entre los que somos de “juventud acumulada”, y los que han hecho la promesa recientemente.
¿En qué crees que tendríamos que mejorar como comunidad?. Cuando hicimos la PROMESA, nadie nos obligó a realizarla, fuimos libremente y con coherencia, hoy veo desinterés por parte de algunos, pasan de las reuniones, asambleas, asistencia a las asambleas inspectoriales (así se llamaban antes), los 24 y a actos que realizan en favor de los miembros, como son los Ejercicios, preparación para renovar la Promesa. Creo que deberíamos volver a leer y profundizar el Proyecto de Vida Apostólica para recordar a lo que nos comprometimos y sobre todo tener sentido de RESPONSABIIDAD Y PERTENENCIA.
Cuéntanos cuál es tu compromiso pastoral en este curso, cómo lo estás desarrollando, cómo te sientes, cómo marcha… Mi compromiso pastoral se basa en una línea: compartir con padres, familias e hijos el tiempo que me piden y puedo y , aunque podría hacer más, me siento contento y alegre con lo que hago y sobre todo, en mi labor pastoral, intento transmitir: alegría, esperanza e ilusión, llevándolo al EQUIPO DE PASTORAL FAMILIAR DE LA DIÓCESIS, para que conozcan el carisma Salesiano.
A tu entender, ¿cuáles son las principales necesidades de los jóvenes de nuestra ciudad y cómo podríamos darles respuesta desde nuestro Centro?. D. Bosco ya lo decía: estar el mayor tiempo con ellos, conocer sus problemas, sus inquietudes y sobre todo: un lugar donde poder estar y poder realizarse como personas, donde haya diálogo, comprensión, aceptación y ...AMOR.
Y por último, cuéntanos alguna anécdota divertida que te haya ocurrido en tu "vida salesiana". Estando un día en la Escuela de Verano, recibíamos a jóvenes marroquíes. Cuando estaban en el Colegio, yo era responsable de ellos, y un día desaparecieron, buscaron la oportunidad de salir y se marcharon. La preocupación mía fue grande, de tal manera que me subió la tensión, hablando con el responsable de la casa de acogida, que le hice venir y después de indagar y preguntar, se habían marchado a la piscina. Al día siguiente vinieron con el responsable y pidieron disculpas, pero a mí me quedó la tensión alta hasta la fecha.
¿Qué es lo que más valoras de tu vocación de salesiano cooperador?. Mi dedicación a los jóvenes del Colegio, ya que estaba implicado en Catequesis, campamentos, reuniones... Después, como responsable de la Fundación D. Bosco, en la escuela del verano y ahora he dejado paso a los jóvenes, para dedicarme a las familias y a los futuros matrimonios; creo que hay que empezar por formar a los matrimonios para que puedan llevar a cabo su labor, como padres, educadores responsables y como cristianos defensores de los valores humanos-cristianos.
¿Qué persona o personas son o han sido especialmente significativas para ti en tu vocación? ¿por qué?. En un primer lugar pongo a dos salesianos. D. José María Izquierdo y D. Ernesto Venerado, ellos fueron los que me transmitieron, en Córdoba, la labor en favor de los niños más necesitados, de allí salí con la idea de poder hacer algo por ellos. Después conocí a otros muchos salesianos, D. Pacífico, D. Manuel Lozano, D. Manuel Rubio..., y por último D. Marcelino, que fue el impulsor de que yo ahora sea Salesiano Cooperador. Todos ellos me dieron testimonio de cómo lleva a cabo el mensaje de D. Bosco y cómo llevarlo a la realidad y sobre todo un amor grande y lleno de confianza a la que ELLA LO HA HECHO TODO.
¿Qué es lo que más te gusta de nuestro Centro?. El pasado, pasado está y el presente que vivimos es difícil valorar, ya que tengo pocas noticias del resto de los Salesianos Cooperadores. Mi opinión particular es que hemos perdido mucho contacto con haber hecho los grupos pequeños y esto me hace difícil valorar lo que más me gusta, pero por dar una contestación, creo que siempre ha habido una armonía grande entre los que somos de “juventud acumulada”, y los que han hecho la promesa recientemente.
¿En qué crees que tendríamos que mejorar como comunidad?. Cuando hicimos la PROMESA, nadie nos obligó a realizarla, fuimos libremente y con coherencia, hoy veo desinterés por parte de algunos, pasan de las reuniones, asambleas, asistencia a las asambleas inspectoriales (así se llamaban antes), los 24 y a actos que realizan en favor de los miembros, como son los Ejercicios, preparación para renovar la Promesa. Creo que deberíamos volver a leer y profundizar el Proyecto de Vida Apostólica para recordar a lo que nos comprometimos y sobre todo tener sentido de RESPONSABIIDAD Y PERTENENCIA.
Cuéntanos cuál es tu compromiso pastoral en este curso, cómo lo estás desarrollando, cómo te sientes, cómo marcha… Mi compromiso pastoral se basa en una línea: compartir con padres, familias e hijos el tiempo que me piden y puedo y , aunque podría hacer más, me siento contento y alegre con lo que hago y sobre todo, en mi labor pastoral, intento transmitir: alegría, esperanza e ilusión, llevándolo al EQUIPO DE PASTORAL FAMILIAR DE LA DIÓCESIS, para que conozcan el carisma Salesiano.
A tu entender, ¿cuáles son las principales necesidades de los jóvenes de nuestra ciudad y cómo podríamos darles respuesta desde nuestro Centro?. D. Bosco ya lo decía: estar el mayor tiempo con ellos, conocer sus problemas, sus inquietudes y sobre todo: un lugar donde poder estar y poder realizarse como personas, donde haya diálogo, comprensión, aceptación y ...AMOR.
Y por último, cuéntanos alguna anécdota divertida que te haya ocurrido en tu "vida salesiana". Estando un día en la Escuela de Verano, recibíamos a jóvenes marroquíes. Cuando estaban en el Colegio, yo era responsable de ellos, y un día desaparecieron, buscaron la oportunidad de salir y se marcharon. La preocupación mía fue grande, de tal manera que me subió la tensión, hablando con el responsable de la casa de acogida, que le hice venir y después de indagar y preguntar, se habían marchado a la piscina. Al día siguiente vinieron con el responsable y pidieron disculpas, pero a mí me quedó la tensión alta hasta la fecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario